Moisés estaba convencido de que sin la presencia de Dios en su vida, era inútil que intentara nada. Cuando Dios lo llamó para conducir a su pueblo a la frontera de la tierra prometida, Moisés oró…

“Mira, me dices: Haz subir a este pueblo, y no me has hecho saber a quién enviarás conmigo. Sin embargo, has dicho: Te conozco por tu nombre, y también has hallado gracia ante mis ojos. Ahora pues, te ruego que si he hallado gracia ante tus ojos, muéstrame ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia ante tus ojos; y considere que esta nación es tu pueblo”. Y Él dijo: “Mi presencia irá contigo, y te haré descansar”. Y Moisés le dijo: Si tu presencia no va conmigo, no nos lleves de aquí. (Éxodo 33:12-15)

Moisés sabía que debía tener la presencia de Dios si quería cumplir su destino. ¡Hoy tenemos tantos programas, tanta tecnología, rituales y formas que creemos que podemos prescindir de la presencia de Dios y sustituirla por una forma de piedad que niegue el poder de Dios! ¡Pero debemos tener la presencia de Dios! ¿Por qué? Para que el mundo, los impíos y todo enemigo de la Iglesia sepan que hay algo diferente en nosotros. Esta fue la premisa sobre la cual Moisés basó su petición de la presencia de Dios:

“¿Por qué se sabrá aquí que yo y tu pueblo hemos hallado gracia ante tus ojos? ¿No es en que vas con nosotros? Así seremos separados, yo y tu pueblo, de todos los pueblos que están sobre la faz de la tierra”. Y el Señor dijo a Moisés: “Haré también esto que has dicho; porque has hallado gracia ante mis ojos, y yo te conozco por tu nombre”. (Éxodo 33:16-17)

Moisés dijo: "No daré un solo paso a menos que sepa que tú estás conmigo". Moisés sabía lo que nosotros debemos llegar a saber. Sólo había una cosa que diferenciaba a Israel. No fue su ejército, su riqueza o sus sistemas religiosos o educativos. Sólo había una cosa que los diferenciaba y los hacía especiales... la presencia del Dios vivo.

¿Alguna vez te has preguntado qué pasaría con la Iglesia si fuera gobernada por la presencia de Dios en lugar de un grupo de miembros de comités sentados en alguna institución religiosa o denominación estableciendo un montón de reglas?

Moisés declaró que Israel sería gobernado por un solo principio. Operarían basándose en un solo principio... ¡y ese era la presencia de Dios!

Viviré mi vida y cumpliré mi ministerio basándose únicamente en un principio: la presencia manifestada de Dios.